Dicho acto tiene carácter juvenil, por lo que fueron partícipes todos los Grupos Jóvenes de nuestro pueblo así como de otros de nuestra comarca como La Roda de Andalucía, Herrera o Gilena.
A nuestro Grupo Joven le fueron asignadas la Quinta y Décima Estación, "Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz" y “Jesús es Despojado de sus vestiduras”. A la misma vez, varios de nuestros jóvenes portaron un Crucifijo, con el acompañamiento de cuatro faroles y el resto de miembros portando cirios.
A diferencia de años anteriores, antes del comienzo del Vía Crucis cada Grupo Joven pasó a realizar la tradicional foto de recuerdo junto al Grupo Joven de las Angustias, delante de la Bendita Imagen de Nuestra Señora de las Angustias. Seguidamente y a eso de las 21:00 horas tuvo lugar la intervención del Hermano Mayor de la Hermandad, D. Manuel Muñoz Marchán, en el interior de la Ermita, cediendo la palabra a Fray José Antonio Naranjo, del Convento de Padres Franciscanos de Estepa, comenzando de esta forma el Vía Crucis por los alrededores de la Ermita de Santa Ana. De igual forma asistieron el recién ordenado sacerdote, D. Manuel Jiménez, y el Seminarista de 4º curso, D. Antonio Salvago. A la terminación del mismo se pasó a la cena de convivencia celebrada en la Casa de Hermandad, en la que los miembros de nuestro Grupo Joven, así como todos y cada uno de los invitados disfrutaron de momentos inolvidables que perdurarán en el recuerdo de muchos en la VII Edición de este Vía Crucis de carácter Juvenil.
Nuestro Grupo Joven agradece al Grupo Joven de las Angustias un año más la invitación a este acto que ya es desde hace siete una celebración de importante significado y que esperamos con inmensa ilusión cada año. Creemos que es una actividad más que imprescindible para el devenir de nuestros Jóvenes de cara a acercarse cada vez más a nuestras Hermandades y, sobre todo, a la Iglesia. Por eso, queremos mostrar nuestro apoyo y ayuda para todos aquellos Grupos Jóvenes que han pasado por a lo largo de estos años por este acto y que lo siguen haciendo como el primer día, aunque con una cosa más importante aún, creciendo en la fé y amor a Dios.
