24 de octubre de 2015

Comienza la planificación del Certamen de Bandas de 2016

Desde nuestra Hermandad ya se trabaja en las labores del que será el XXII Certamen de Marchas Procesionales que se celebrará en el año 2016, desde que en el año 1995 se produjera por primera vez en la historia este gran acto. Desde aquel año, el nuestro ha sido uno de los más destacados y mejores Certámenes de la geografía andaluza, atrayendo a grandes masas de Cofrades tanto de la comarca de la Sierra Sur de Sevilla como de toda Andalucía, que esperan impacientes e inquietantes a la celebración de este histórico evento.

El 19 de Febrero del 1995 a las 12 del mediodía fue el pistoletazo de salida para los grandes Certámenes en nuestra ciudad y, en particular, en nuestra Hermandad y que más de dos décadas después sigue atrayendo a grandes Bandas de primer nivel de la música procesional. Hay que destacar que el 20 de marzo de ese mismo año nuestra Hermandad organizó otro evento exactamente igual, con la actuación de la desaparecida Banda de Soria 9, dirigida por aquel entonces por el comandante Abel Moreno, y cuyos ingresos fueron a beneficio de las obras de restauración de la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios. Desde entonces y hasta nuestros días, muchas han sido las grandes Bandas que han pasado por nuestro pueblo, como por ejemplo las clásicas agrupaciones como la de Ntro. Padre Jesús de la Redención o Virgen de los Reyes, la del Carmen de Salteras en lo que a la música de Palio se refiere, o descubrimientos como la Banda de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas en las Cornetas y Tambores.

Por ello, cada año se pretende aún más no perder esta tradición que cumplirá 22 años desde aquellos comienzos. Aún no hay una fecha establecida para tal acontecimiento, aunque como viene siendo habitual se prevé que sea a mediados del mes de Enero para el que será el XXII Certamen de Marchas Procesionales de nuestra Pontificia y Real Hermandad.

Foto / Archivo

Comienza la segunda Novena a la Patrona

En la tarde de hoy, día 24 de octubre, dará comienzo la Novena a Ntra. Sra. de la Asunción (llamada del terremoto) que se celebrará en el Templo a Ella dedicado durante los días del 24 del presente mes al 1 de noviembre, dando comienzo a las 19:00 horas de la tarde con el Rezo del Santo Rosario y Ejercicio de la Novena y a las 19:30 horas, Celebración de la Eucaristía ocupando la Sagrada Cátedra, el Rvdo. Sr. D. Ginés González de la Bandera Romero, Párroco de la de Santa María de la Asunción, Mayor y Matriz y de la de San Sebastián, ambas de Estepa, y Director Espiritual de la Hermandad. Los Domingos 25 de octubre y 1 de noviembre la misa será a las 10:30 de la mañana.

El 1 de noviembre fue el día en el que, en el año 1755, tuvo lugar el devastador seísmo de Lisboa, que arrasó la capital portuguesa y que se dejó sentir en prácticamente toda España y, por supuesto, también en Estepa.

En 1755 ocurrió un violento temblor de tierra que hizo grandes estragos en España y casi destruyó a Portugal. La tradición nos ha conservado la idea del pánico que hubo en Estepa y de cómo aquel sentimiento se desbordó en gratitud hacia la Virgen de la Asunción a quien la fe arraigada y sincera de nuestros padres atribuyó la salvación milagrosa de sus casas y personas. Los escasos documentos que se conservan vienen en apoyo de esa misma tradición, pudiendo citarse como los más importantes el acta capitular del voto del que luego hablaremos y la fundación de la novena llamada del terremoto.

No se tiene noticias detalladas de aquel suceso, únicamente que tuvo lugar el sábado 1º de noviembre del año antes citado; que sus manifestaciones fueron imponentes; y que por merced providencial, sus estragos en Estepa quedaron reducidos a desperfectos en algunos edificios, sin que se lamentara la muerte de ninguna persona.

Luego que con las noticias que de todas partes llegaban, pudo conocerse la enormidad del peligro a que estuvo expuesta esta villa y del cual había escapado por milagro, se atribuyó piadosamente tan singular beneficio a la intercesión de Nuestra Señora de la Asunción, y en su virtud, reunido el cabildo en 14 del mismo noviembre, reconoció y confesó esa gracia atribuida a la Patrona, ratificó este título que por tradición ostentaba la imagen ya nombrada, decretó la celebración de fiestas en acción de gracias, y tomó otros acuerdos no menos interesantes motivados por la misma causa.


La Hermandad de Ntra. Sra. de la Asunción celebra cada año esta novena para dar gracias a la patrona por su protección de la villa en el terremoto de 1755, así como lo consideran, de igual forma, los fieles católicos de la localidad, que agradecen a la virgen la protección que dio al pueblo aquel día del terrible terremoto lisboeta, que produjo víctimas mortales en ciudades como Huelva o Sevilla, aparte de en Lisboa, que quedó prácticamente destruida en su totalidad. Esta novena es la segunda que posee esta imagen ya que en torno al 15 de agosto se celebra la novena por su onomástica. Para la Novena del Terremoto la Virgen viste una saya y manto de gran antigüedad, con bordados en oro y cenefas de flores.

Foto / Archivo

17 de octubre de 2015

Patrón y Patrona, juntos bajo el mismo Templo

El pasado miércoles 30 de Septiembre se celebró la festividad de San Jerónimo, Patrón de Estepa, una celebración muy especial para el pueblo estepeño, aunque no fue hasta el domingo día 4 de octubre cuando se llevó a cabo la tradicional Misa organizada por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad ante la bendita imagen, dando comienzo a las 13:00 horas de la tarde en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción.

La Eucaristía fue oficiada a cargo del Rvdo. Sr. D. Ginés González de la Bandera Romero, Párroco de la de Santa María de la Asunción, Mayor y Matriz y de la de San Sebastián, ambas de Estepa, y Director Espiritual del Consejo General de Hermandades y Cofradías.

A tal evento fueron invitados como cada año todos los Hermanos Mayores de las distintas Hermandades y Cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad de Estepa, por lo que el nuestro, D. Jorge Batet Carrero, hizo, como no podía ser de otra manera, acto de presencia en el mismo, contando con la presencia de otras muchas personalidades. Hay que destacar, dadas las recientes elecciones que se han dado en el seno de dicha organización, el juramento de los miembros del Consejo, matizando el de los Consejeros de nuestra Hermandad, D. Antonio Jesús Marín Fernández y D. Manuel Pérez Capitán, ante la Bendita imagen del Patrón de la ciudad.

La celebración del protector estepeño ha dejado este año una curiosa novedad, y es que la imagen de San Jerónimo se encontraba desde hace años en la Iglesia de los Remedios y la cual ha sido trasladada definitivamente hasta la de Ntra. Sra. de la Asunción, templo en donde ya preside su nueva capilla y donde recibirá culto a partir de ahora.

10 de octubre de 2015

Comunicado

Nuestro Grupo Joven quiere trasmitir su más sincera felicitación a los Grupos Jóvenes de la Antigua Hermandad y Cofradía Sacramental de El Dulce Nombre de Jesús, Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Paz Pontificia y de la Real Hermandad Sacramental y de Ánimas y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores con motivo de su hermanamiento. De igual manera, quiere mostrar su disponibilidad a ambos conjuntos así como toda la ayuda que puedan necesitar de éste en cualquier momento, deseándoles los mejores deseos de ventura para que este sea el principio de un largo camino lleno de amor y paz.

El Dulce Nombre y Jesús, unidos por la juventud

En el día de hoy ha tenido lugar uno de los actos mas importantes dentro de la Juventud Cofrade de Estepa. En la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios, a eso de poco más de las 13:00 horas, comenzaba una Eucaristía que daría lugar a uno de los actos mas importantes del año que vivimos, con el hermanamiento de los Grupos Jóvenes de la Antigua Hermandad y Cofradía Sacramental de El Dulce Nombre de Jesús, Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Paz Pontificia y de la Real Hermandad Sacramental y de Ánimas y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. La Misa ha sido oficiada por el Rvdo. Sr. D. Ginés González de la Bandera Romero, Párroco de la de Santa María de la Asunción, Mayor y Matriz y de la de San Sebastián, ambas de Estepa, y Director Espiritual de ambas Hermandades.

El acto ha contado con la presencia de miembros de ambas corporaciones así como por sus Hermanos Mayores, D. Fernando Atero Blanco y D. Eloy Machuca Montesinos.

El proyecto que hoy ha comenzado a dar sus primeros pasos, tiene como objetivo contribuir y ayudar al que más lo necesita con obras de caridad dentro de la labor social que desempeña la asociación Cáritas Diocesanas de Estepa, con multitud de propósitos e intenciones. Si duda, un proyecto más que ilusionante e importante para estos jóvenes que hoy han estrechado lazos y sellado unidad fraterna ante Jesucristo Nuestro Señor.

Antes de finalizar, ambas corporaciones han querido dejar reflejado sobre el papel los lazos que a partir de ahora los unirán, sus jóvenes, y ha sido con el visto bueno de sus Hermanos Mayores y del Director Espiritual, D. Ginés, así como de los Delegados de Juventud, D. Antonio Gálvez Migueles y D. Jesús Muñoz Fernández.

Tras la Eucaristía, los dos Grupos Jóvenes han finalizado el acto obsequiándose con cuadros conmemorativos para que quedase reflejado el día de hoy, pasando a visitar sus respectivas Casas de Hermandades y posteriormente con un almuerzo de convivencia.

Como no podía ser de otra manera, nuestro Grupo Joven ha querido estar presente en tan importante celebración y acompañar a estos jóvenes compañeros, dándole todo nuestro apoyo.

A continuación, os dejamos algunas de las imágenes más entrañables que ha dejado este acontecimiento y que han sido captadas por nuestros jóvenes:


3 de octubre de 2015

Ntra. Sra. de la Merced cambia de capilla

Desde el pasado jueves día 24 de Septiembre, jornada en la cual se celebró la Onomástica de la Merced, la imagen de Nuestra Señora de la Merced fue ubicada en una diferente capilla a la que anteriormente presidía en el altar mayor de la Iglesia de la Asunción, a la derecha del mismo. Dicha capilla se encuentra en el llamado “Gallinero” del templo y la cual ha pertenecido hasta el momento a la imagen de Fray Diego José de Cádiz, una talla del siglo XIX.

Fray Diego José de Cádiz nace en Cádiz el 30 de marzo de 1743. Pertenecía a una familia ilustre y se quedó huérfano de madre a los 9 años. Empezó sus estudios de gramática en Grazalema (Cádiz), donde se fue a vivir su padre y a los doce años estudió Lógica y Metafísica en el convento de los PP. dominicos de Ronda (Málaga). En 1759 fue admitido en el noviciado de los Hermanos Menores Capuchinos de Sevilla. Después de siete años, en los que realizó sus estudios filosóficos y teológicos, fue ordenado sacerdote en Carmona (Sevilla), a los 23 años de edad. En el convento de capuchinos de Ubrique (Cádiz) aprendió el ministerio de la palabra.

Fray Diego José de Cádiz fue un gran impulsor de la devoción de la Virgen como Divina Pastora de las Almas. En 1703 el capuchino Fray Isidoro de Sevilla difundió la devoción a esta advocación de la Virgen representada como una pastora de la época, con su cayado y rodeada de ganado ovino. Fray Diego José de Cádiz propuso la representación al lado de su Hijo en el gesto de ayudarla al cuidado del redil, al considerar a María como Madre del Buen Pastor (Bula de Pío VI, 1795).

Los Capuchinos recorrían los pueblos predicando y evangelizando a los fieles en las llamadas misiones populares. Si la iglesia era pequeña se instalaba el púlpito en la plaza y los predicadores se turnaban. El principal objetivo de las misiones era provocar entre los habitantes de los lugares visitados una convulsión de las conciencias que compensase la insatisfactoria atención y la rutina de los curas de parroquia. La Misión suponía una retórica basada en técnicas estudiadas de los predicadores, destinadas a movilizar el sentimiento de culpa de los creyentes hasta la sumisión colectiva del pueblo a las prácticas religiosas de las que se había apartado o que cumplía sólo de forma aparente. Para hacer más duraderos los frutos de la misión, los capuchinos añadían al ministerio de la palabra la práctica de la oración, Vía Crucis, procesiones o cantos del Rosario.

Fr. Diego José comenzó en 1771 sus misiones itinerantes por España y pronto adquirió un gran predicamento. He aquí lo que decía de él un contemporáneo suyo: “En el acto de contrición, y con el Crucifijo en las manos, es irresistible. Las acciones expresivas de su cuerpo y rostro; los abrazos con el Señor; aquel levantarlo y mirarlo tiernamente; aquellos coloquios tan dulces con que desahoga el amor que internamente le abrasa, no hay con qué compararlos”. Fue nombrado teólogo, examinador sinodal y canónigo en numerosas diócesis de todo el país. Sus ideas le provocaron conflictos con la Corona, acusándolo de atacar los privilegios de la misma, de criticar la gestión por parte del Estado de los bienes y rentas de la Iglesia y de injuriar a personajes notables de la época. El Consejo de Castilla le suspendió en 1784 el derecho de predicación y lo desterró a Casares (Málaga). Más tarde fue absuelto y continuó con su predicación. En la última etapa de su vida se tiene constancia de su predicación en Estepa junto a Ceuta, Algeciras, Sevilla, Jaén, Baena, Ronda y Grazalema.

En Estepa utilizó su retórica para provocar la indignación del pueblo, utilizando una de las técnicas que los misioneros llevaban a cabo. Acusó al pueblo de ser duros de corazón y abandonó atropelladamente el púlpito sin realizar el acto de contrición, como si la maldad de los pecadores que tenía en frente no mereciera la misericordia, sino la condenación eterna. Esto provocó que las gentes, espantadas, corrieran tras él suplicándole que regresara y le prometieran reformarse. De su predicación en Estepa escribió:

“Yendo ya por la calle para la plaza, y llevando el Crucifijo grande reclinado sobre el pecho y brazo izquierdo, me sentí dar un vuelco el corazón y moverme a no hacer acto de contrición aquella tarde; empezaron los temores de si sería cosa mía y se reiría el pueblo, etc.; pero, acordándome que usted me tiene mandado siga estos movimientos, me resolví a ello, y para más seguridad se lo propuse al Padre Eusebio, y lo aprobó.

En efecto, al concluir la plática, reconvine al pueblo con la desconfianza que me quedaba de si se aprovecharía de lo que acababa de enseñarles, poniéndoles por prueba el poco fruto de la tarde antecedente. Díjeles con mucha serenidad en el modo y fuerza en la expresión que darían lugar a que Dios tomase la mano, como la tomaría, si no trataban de darse por entendidos, que yo me empeñaba en que no sucediese, mas desde entonces levantaba mi mano para que se cumpliese la voluntad de Dios. Pedí al Señor volviese por su causa, y al pueblo dije que no le daba los remedios que para su justificación y salvación propongo en mis sermones, porque [...] [nada] podía ser útil a los que desprecian la palabra de Dios; sí les exhortaba como Cristo, mi Señor, a Judas, que siguiesen en sus designios de ofenderle y aumentar sus culpas, etc., y que en esta inteligencia me retiraba, dejándolos en manos de su mal consejo. Retireme, y nos volvimos a nuestro destino, quedando la plaza llena de gritos, llantos, confusión y otros varios afectos y efectos [...].

De esto resultó conmoverse el pueblo de modo que algunos a voces decían sus culpas, y pedían confesión; se hicieron desde aquella noche, por todas las restantes, muchas procesiones de penitencia; todos los rosarios; el clero por comunidad salió a las diez o más de la noche, rezando el Miserere, cantando saetas, etc. [...]” (FDC a FFJG, 31-III-80, pp. 394-395).

Después de 32 años de intensa vida misionera y dejando numerosos escritos, sermones y cartas espirituales, Fr. Diego José de Cádiz murió en Ronda el 24 de marzo de 1801, a los 58 años. La muerte del Beato tuvo resonancia en toda España haciéndole funerales en los pueblos en los que había predicado y dedicándole altares en numerosas iglesias. En 1825 se inició el proceso de beatificación que culminó en 1894 cuando el Papa León XIII le nombró Beato.

El pueblo de Estepa le dedicó un altar que se conserva en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. El banco del retablo presenta policromía dieciochesca de influencia chinesca u oriental. La hornacina está flanqueada por estípites y su interior se decora con estofados vegetales, apareciendo los instrumentos de la pasión y la paloma del Espíritu Santo. Sobre la cornisa destaca una pintura del siglo XVIII de la Virgen del Carmen. La talla que preside el retablo es de la primera mitad del siglo XIX.

Así preside su nueva capilla la Imagen de Ntra. Sra. de la Merced: